Publicado: 03/02/2022

Queridos amigos,

La tierra en nuestras empinadas laderas se prepara para la siembra del maíz, señal para nuestras culturas ancestrales de que el invierno termina y del inminente comienzo de la primavera.

Los visitantes locales vienen por tumultos los fines de semana mientras que a grupos de extranjeros de tierras tan lejanas como Rusia, el lejano Este, Europa y por supuesto, Norte America se les ve más frecuentemente entre semana.

La mezcla de idiomas hablados toma un solo significado: Monarcas, Naturaleza, La Humanidad.

Un invierno más bien tibio con menos frecuentes y menos intensas interrupciones de lluvia, hielo y agua-nieve termina poco a poco para las Monarcas en sus sitios de hibernación de bosques de Oyamel.

Ahora, de una semana a otra, las mariposas Monarca desintegran sus colonias para reubicarse en puntos muy cercanos pero claramente orientados más hacia el norte, ya sea forrando los árboles de pié a punta, formando grandes concentraciones en el piso mientras disfrutan los cálidos rayos del sol, o muy ocasionalmente parecen querer hacer tímidas explosiones al cambio de la luz y la temperatura.

La mortandad en el suelo del bosque parece mantenerse en estándares enteramente normales.  Alas sueltas o en pares y sin abdomen cubren el piso más y más. 

Los frecuentes días fríos y nublados han mantenido el apareamiento muy lento, sin embargo, esto intensificará visiblemente conforme los días se vuelvan más cálidos. 

Las Monarcas terminan su fase de hibernación y despiertan en la medida que la primavera se acerca rápidamente. 

Días extraordinarios de actividad, apareamiento, explosiones y movimiento de las colonias se avecinan en los Santuarios.  Las compañías filmadoras internacionales se apresuran a obtener las mejores grabaciones y nosotros, emocionados espectadores locales y extranjeros, permanecemos en espera de los números alcanzados en población en esta temporada.

Estela Romero

Angangueo, Michoacán, México.

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